OBJETIVOS
Entender sobre el uso de la lectura como una herramienta para la
enseñanza.
LECTURA RECOMENDADA
Cuatro dimensiones de competencia lectora
Las cuatro dimensiones de la competencia lectora son la
precisión, la fluidez, el auto
monitoreo
y la comprensión. En la práctica, estas destrezas están interrelacionadas y
no son fáciles de aislar y evaluar.
Por precisión se entiende la habilidad para reconocer las palabras correctamente. Si los
niños ven las letras
g-a-t-o impresas sobre una página y saben que la palabra es gato y
no
gota, o perro, ellos están reconociendo la palabra con precisión. Si el niño lee un
texto con 100 palabras y reconoce 90 de ellas, está leyendo con un 90% de precisión.
Algunas veces los niños identifican palabras de manera incorrecta en una primera
mirada, como lo hace la mayoría de los lectores, pero si se dan cuenta del error y lo
corrigen rápidamente, significa que reconocen las palabras con precisión.
La
precisión se refleja en dos importantes conceptos: conocimiento del código y
comprensión del significado. Por ejemplo, si el niño se encuentra en un texto con la
palabra
ruin, puede pronunciarla correctamente sin saber lo que significa, pero si se le
pide que la use en una oración, él podría decir:
El príncipe vivía en un ruin lejano,
mostrando con eso su desconocimiento del significado. En la siguiente página, él puede
dudar ante la palabra
dálmata – y sólo verla como un conjunto de letras, pero al
pronunciarla, puede asociarla a un significado familiar.
La
fluidez es la habilidad para leer en voz alta de corrido, con entonaciones y pausas
apropiadas, que constituyen indicadores de que el lector comprende el significado,
aunque haga algunas pausas ocasionales para resolver palabras o estructuras
oracionales poco familiares. Los niños sólo son capaces de leer con fluidez los textos
que poseen una legibilidad apropiada para su nivel lector. Cuando los estudiantes están
leyendo a un nivel inicial, la fluidez de su lectura proporciona una importante ventana a
la extensión de su comprensión. La lectura oral fluida también es una destreza social
que los estudiantes pueden usar a lo largo de su vida.
La lectura fluida requiere conocimiento de la sintaxis y de la puntuación, ya que son
claves que informan a los lectores sobre cómo debe ser leído el texto en voz alta y
cómo debe ser expresado el significado. Los lectores fluidos necesitan poseer
información, por ejemplo, saber que las mayúsculas y los puntos indican comienzo y
término de las oraciones; otros signos señalan al lector cuándo hacer pausas y qué
palabras deben enfatizar.
Estos rasgos estructurales dan claves a los lectores para subir o bajar la voz y así
trasmitir significados y sentidos. En los cuentos, existen marcas para señalar diálogos,
las cuales indican a los estudiantes que pueden emplear diferentes voces según los
distintos personajes; las comas dan claves acerca de cuáles palabras y cláusulas van
juntas. A través de la entonación y las pausas, los lectores fluidos utilizan su
conocimiento de las comas para vincular los modificadores al sustantivo o al verbo
correcto.
La mayoría de los buenos lectores aprende en forma implícita este conocimiento
específico del rol de la puntuación y de la sintaxis; sólo algunos necesitan de una
enseñanza directa, la que debiera estar siempre ligada al uso en un contexto.
Tanto la precisión como la fluidez están relacionadas directamente con las
estrategias
de auto monitoreo y auto corrección
. Los lectores iniciales usan lo que saben acerca del
código, para controlar su comprensión del significado de las palabras. Y también usan
claves contextuales, como ilustraciones, y sus propios conocimientos previos para
chequear su aplicación del código. En otras palabras, usan el auto monitoreo para
relacionar el código sonido-letra impresa, con el significado.
La metacognición y las estrategias de reconocimiento de palabras son centrales para la
comprensión lectora. Los lectores diestros continuamente se preguntan a sí mismos:
¿Comprendí lo que estoy leyendo? ¿Estoy captando la palabra correcta?. Cuando la
respuesta es negativa, ellos releen la oración o el párrafo o bien leen más adelante para
aclarar el significado. Los buenos lectores insisten en obtener el significado correcto de
las palabras y no continúan leyendo hasta no estar seguros de haber comprendido. Así,
desarrollan estrategias tales como formularse preguntas, sintetizar lo que han leído y
predecir lo que viene a continuación.
Mientras los lectores diestros usan naturalmente esas estrategias de monitoreo, los
lectores novicios o los que presentan dificultades para leer, generalmente necesitan
enseñanza explícita para poder manejarlas.
La
comprensión o habilidad para entender el lenguaje escrito, constituye la meta última
de la lectura; incluye entender la esencia del significado a través de relacionarlo con
otras ideas, hacer inferencias, establecer comparaciones y formularse preguntas
relacionadas con él.
La habilidad de los estudiantes para comprender los textos varía de acuerdo a los
siguientes tres factores:
•
La complejidad de las palabras y de las oraciones, incluyendo la ortografía,
vocabulario y sintaxis; palabras mono o polisílabas; palabras de alta frecuencia o no
familiares; oraciones cortas, simples o complejas con cláusulas.
•
La simplicidad o complejidad de la información en el texto afecta la comprensión. La
densidad conceptual o el número de ideas incluidas en pocas palabras, y la
accesibilidad a las referencias conceptuales también afectan la comprensión.
•
Los conocimientos previos de los estudiantes acerca del tema o tópico y la experiencia
que los estudiantes aportan a la lectura.
Para ilustrar mejor este último componente, leamos el siguiente texto:
Proyecto de Investigación
Estudios de procesos radiativos y no radiativos en compuestos de coordinación de las
series de transición y de los lantánidos.
Estudio en dinámica de cristales puros y dopados. Interpretación teórica de espectros
de luminiscencia, análisis de coordenadas y simulación de campos de interacción
vibracional de N-cuerpos, curvas de dispersión de fonones, desarrollo de modelos de
cálculo simetrizados y no simetrizados, corrección vibrónica de segundo y tercer orden
y vibración de densidades de carga en sistemas vibrantes.
Probablemente, un buen decodificador será capaz de leer este proyecto en voz alta, sin
cometer errores; sin embargo, no podrá emitir un juicio crítico sobre él, discutirlo o
valorar su propiedad o pertinencia, a no ser que sea un físico altamente especializado.
Prof. Mabel Condemarín
El Poder de Leer - Programa de Mejoramiento de la Calidad de las Escuelas Básicas de
Sectores Pobres
Disponible en:
http://www.mineduc.cl/usuarios/basica/doc/200510031317130.El_Poder_de_Leer
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