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2/02/14

Espanhol:1. Un dictador sorprendido por un "habilitoso" niño. León, Nicaragua, 1906

("Salomón de la Selva, aportes para su biografía, por Eddy Kuhl)


En un dia del año 1906 el presidente Jose Santos Zelaya de Nicaragua con sus ministros visitó la ciudad de León. La policía local, para prevenir protestas, encarceló a posibles revoltosos, entre ellos al abogado Salomón Selva, mientras su esposa guardaba cama enferma. Su joven hijo de 13 años Salomón, desesperado y no hallando cómo ayudar, corrió a la avenida central donde pasaría el cortejo ecuestre presidencial, cuando pasaba Zelaya montado en su brioso caballo, el jovenzuelo grito: "Dictador Zelaya, malo!".
Oyendo el juvenil grito, Zelaya preguntó a su ministro leonés. ¿Quién fue el de ese grito? El Ministro: "No haga caso General, no tiene importancia es solo un niño". "Tráiganlo!" ordenó Zelaya. Después acomodaron dos sillas en el pavimento empedrado, donde de sentase el dictador y el niño.
"Muchacho, que te he hecho yo para que me grites así?" Niño: "Mi papa está preso y mi madre esta enferma, ella puede morir por su culpa". "Quien es el padre de este mocoso?, suéltenlo!!", Ministro: "Señor, es un abogado conflictivo". Dictador: "Suéltenlo he dicho!!"
El jovencito solo alcanzo a decir "gracias" y trató de levantar vuelo, pero el dictador le sostuvo del brazo. "Me has caído bien muchacho, donde estudias, y que queres estudiar?". Niño: "En el Colegio San Ramon, pero quiero estudiar inglés". Zelaya mientras miraba a su ministro de educación, le dice al niño: "Esta bien, tienes un beca para eso en el lugar que querrás. ¿Donde queres estudiar?"
Niño: "En Nueva York, señor". Zelaya se quedó mudo por unos segundos, pero ya había prometido, los ministros le capeaban la vista. El hombre fuerte no podía volverse atrás.
"Está bien, tendrás una beca en Nueva York para estudiar ingles, daré instrucciones a nuestro cónsul en Nueva York, Pio Bolaños, para que te atienda allá. Prepárate a viajar".

2. De donde viene el "de la" de Salomón. Harlem, NY, 1908

En 1908 el jovencito de 15 años Salomón Selva Escoto vivía en el barrio Harlem de NY en casa de una familia irlandesa de apellido Quin. En ese tiempo Harlem eran un barrio de irlandeses y judíos. El caminaba a diario a su escuela llevando un bulto con sus libros. En el trayecto le acosaban muchachos judíos de la calle: "Hey, porque no te metes con nosotros, que no sos judío?, no lo podes negar pues tenes esos nombres "Salomón" y "Silver".
Conclusión. Parece que para evitar esa confusión desde entonces empezó a llamarse "Salomon de la Selva", patronímico luego adoptado por el resto de su familia

3. Le puedo "chainear" sus zapatos. Manhattan, 1910

En 1910 con la caída de Zelaya, Salomón perdió su beca en Nueva York. Eso no le descorazonó, más bien fue a comprar una caja de lustrar hecha de madera, mas cepillos, tinta, etc., y se dirigió al Parque Central de Manhattan. Allí notó a un hombre elegante vistiendo de sobretodo y sombrero, leyendo un grueso libro, y sentado en una de las bancas del famoso parque.
Shine your shoes sir? "Le lustro señor?". El señor responde: "Oye muchacho, no ves que estoy ocupado leyendo".
El quinceañero insiste: "Si señor, pero le puedo lustrar sus zapatos sin molestarle mientras lee, y así me ayuda pues he perdido mi beca".
El hombre comprometido con tal respuesta, extendió el pie derecho en señal de aprobación, pero sin despegar sus ojos del libro.
Después de un rato, notando la cubierta del libro que el señor estaba leyendo el púber Salomon, le dice:
"Sabe Ud. ese libro es muy bueno, pero el Príncipe al final no se casa con esa joven".
El señor mas sorprendido que disgustado, le inquiere: "Muchacho, que sabes vos de esto?
"Señor, yo ya leí ese libro de Los Hermanos Karamazov de Fiodor Dostoievski, y muchos más en la biblioteca!"
Bueno, para no cansarles el cuento, el señor era el célebre periodista Frank Crane, quien impresionado con el jovenzuelo le apoyo para que encontrara trabajo como profesor de lenguas romances, así nuestro geniecito llegó a ser el segundo mejor poeta de Nicaragua

4. ¿Profesión? "Hum, déjeme pensar". Londres, 1917

El oficial británico organizando a un nuevo batallón en 1917 en Londres, pregunta a cada uno de los reclutas:
"Ud. que profesión u oficio tiene?"
Unos contestan: carpintero, mecánico, soldador, conductor, maestro.
Al llegar frente al recluta Salomón de la Selva: "y Ud.?"
Salomón dice que el pensó; "a mí me dio pena decir que era poeta"

5. El Soplo de un Genio. México, 1925

El famoso filosofo mexicano Andres Henestrosa cuenta que en 1925 el estaba estudiando filosofía en la UNAN de Ciudad de México. Una vez durante horas de clases, el profesor creyó ver pasar por el pasillo exterior a un personaje que él admiraba, y nos preguntó: "Muchachos, ¿quieren Uds. sentir el soplo de un genio?".Todos dijimos, "Si!!", en parte para tener un respiro en las clases.
Salimos al exterior, después de consultarle nos presentó al ilustre visitante, este nos invitó a tomar asiento en las cunetas cerca de una fuente de agua, y aquel hombre nos comenzó a hablar, y nosotros a preguntar, el contestaba maravillosamente, casi perdimos la noción del tiempo. Al final se despidió, y nosotros nos quedamos sorprendidos y pensando que en realidad habíamos sentido el soplo de un genio. Todavía hoy recuerdo aquel brillante y ameno diálogo.
Se trataba del poeta Salomón de la Selva, quien había sido invitado en 1922 por el prestigiado Ministro de Educación Jose Vasconcelos, a mudarse de Nueva York a colaborar en la educación en México.
La Carta
Ya me curé de la literatura.
Estas cosas no hay cómo contarlas.
Estoy piojoso y eso es lo de menos.
De nada sirven las palabras. 
Está haciendo frío
por unas razones muy sencillas
que no recuerdo ahora.
Tal vez porque es invierno.
Unos libros forrados
que hallarás en mi casa
explican con lucidez indiscutible
la razón de las temperaturas.
Cuando me escribas, dime
por qué hay calor y frío.
¡Fuera horroroso
morirme en la ignorancia! 
Las luces Verey son
lo más bello del mundo.
La No Man’s Land parece
un país encantado.
He visto mi propia sombra
alargarse al infinito.
Y me han brotado mil sombras
rápidas de los pies.
Y se han ido estirando
más veloces que un sueño;
y después han corrido
de nuevo a mis zapatos.
Todavía les tengo
más temor a las sombras que a las balas.
Aunque son un encanto
las luces: verdes, blancas,
azules, amarillas
Me he diluido en sombras
y me he ido corriendo
a más allá del mundo.
Me han parecido música
las luces. Me he sentido
el Prometeo de Scriabin.
Después me ha dado espanto.
Unos libros forrados
que hallarás en mi casa
explican con lucidez indiscutible
el por qué de los miedos. 
Cuando me escribas, dime
cómo se es valiente. 
¡Fuera horroroso
morirme en la ignorancia!
La bala
La bala que me hiera
será bala con alma.
El alma de esa bala
será como sería
la canción de una rosa
si las flores cantaran
o el olor de un topacio
si las piedras olieran, 
o la piel de una música
si nos fuese posible
tocar a las canciones
desnudas con las manos. 

Si me hiere el cerebro
me dirá: yo buscaba
sondear tu pensamiento.
Y si me hiere el pecho
me dirá: ¡Yo quería
decirte que te quiero!

  • Pueblo no plebe 


La independencia fue para que hubiese pueblo 
y no mugrosa plebe: 
hombres, no borregos de desfile; 
para que hubiese ciudadanos; 
para que júbilo goce la infancia 
en decencia de hogares sin miseria; 
para que abunden los jardínes de recreo 
infantil; y los juguetes; y, 
[mejores que las flores, 
y más bulliciosos que los pájaros, 
más dulces que las frutas, 
crezcan los niños y maduren 
en salud y alegría que el Estado ampare 
y el buen gobernante garantice, 
porque la Patria, antes que todo, es madre.

Lee todo en: Pueblo no plebe - Poemas de Salomón de la Selva http://www.poemas-del-alma.com/salomon-de-la-selva-pueblo-no-plebe.htm#ixzz2sC14bQbq

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